Iglesia de San Salvador
Iglesia de San Salvador. Cabeza del enclave mozárabe que dio origen a La Bañeza, su memoria se sitúa en el siglo IX. Como monasterio familiar, recayó en el matrimonio formado por Abamor Eximiz y su esposa, magnates al servicio del rey de León, quienes lo dotaron y mejoraron entregándoselo al obispo San Genadio a comienzos de la décima centuria. Destruido por Almanzor, fue recuperado y vuelto a entregar ya en el s. XI. Su situación en la Vía de la Plata, favoreció la existencia de un refugio y hospital de peregrinos que es el primero documentado del que se tiene constancia escrita, así como el auge de este centro espiritual.
Posee tres naves y conserva un ábside románico torneado y liso, de gran belleza, con cornisa ajedrezada y reforzado por cuatro columnas, dos de ellas rematadas con capiteles de follajes. Bajo los aleros del tejado hay varias ménsulas con cabezas humanas, animales y motivos vegetales y también se pueden ver piedras empotradas en sus muros de la misma época.
Reformada durante la Edad Moderna, pertenecen a este período la actual fachada, de estilo Plateresco, así como la torre, en la que pueden verse a media altura dos sillares antiguos en arquería uno y el otro con un rosetón. También la pila bautismal que es de 1.639.
El retablo barroco del altar mayor, realizado en madera de nogal, es obra de Francisco Rivera (s. XVII) y representa la escena de Moisés con las tablas de la ley, la Trinidad y el profeta Elías. También se pueden admirar ocho lienzos de Felipe Gil de Mena, de la escuela de Gregorio Fernández, que representan a los apóstoles y una talla de San Salvador o del Buen Pastor de Lucas Gutiérrez (1659) titular de la parroquia.
La farola que hoy ilumina la plaza fué forjada en 1.891 y anteriormente estuvo colocada en la Plaza Mayor.